Hoy es el turno de una MUJER.
Para este post propongo a una pintora mexicana del siglo XIX.

Los invito a que adivinen de quien estoy hablando...

Su vida no fue fácil. Los desafíos no se cansaron de aparecer en su camino. A los seis años de edad la “paleomelitis” se apoderó de su figura. De ahí en más, su cuerpo ya no sería el mismo. En 1925 fue protagonista de un accidente devastador que casi termina con su vida. Luego de largas horas, días y meses de estar en cama, la vida le tendría una sorpresa .. la pintura.

Sin pensarlo y simplemente dejándose llevar, tomó a la pintura como el medio para reflejar y expresar el sentido de su vida, sus experiencias, vivencias. Poco a poco, comenzó a soltarse con pincel en mano, como también comenzó a ser reconocida por distintos artistas, entre ellos el que sería su esposo, Diego Rivera. Sin dejar pasar el tiempo, decidieron casarse en 1929 para embarcarse en un amor, por momentos turbulento, por momentos perfecto.

Sus pasos ya eran firmes. Esta mujer se fue convirtiendo en una artista con estilo, personalidad y presencia. Muchos colegas, catalogaban su arte como “surrealista del más alto nivel”.

A pesar de sus malestares físicos, nunca perdió su rumbo. El dolor no la venció, ella quería soñar y se lo permitió.
Así, esta mujer dejó huella de sus pasos, hoy basta con observar uno de sus cuadros para darse cuenta que allí está su marca.

"Espero alegre la salida y espero no volver jamás"..estas fueron sus ultimas palabras antes de morir en 1954.

Si no lo adivinaron prosigo a develar el misterio .. Frida Kahlo